domingo, 25 de octubre de 2020

CH: HP 1 CAPITULO 1

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James Potter se encontraba en el campo de Quidditch celebrando la victoria de Gryffindor y en sus brazos se encontraba a su amada pelirroja que por año le costó luchar para que aceptara su sentimientos hacia él, estaban en su último año en Hogwarts y la gran incertidumbre de saber que los deparaba para el futuro era más allá de una simple elección de carrera, junto con sus mejores amigos estaban decididos a convertirse en aurores saliendo de la graduación que esperaba ya en poco tiempo y lo que más anhelaba era unir su vida a la de su amada Lily Evans en matrimonio y que mejor momento que esta noche, con ayuda de Sirius y Remus había estado preparando algo especial para esa esperada velada.

-Cornamenta, hermano ganamos-lo felicitaba un emocionado Sirius Black.

-Sí, un excelente partido James-lo alabo Remus.

-Sí estuvo bien, me hubiese gustado que mis papas hubieran venido-declaro triste, recordando a sus padres Fleamont y Euphemia Potter ya avanzados de edad, aurores y últimamente enfermos no pudieron asistir a este partido ya que estaban en su última misión antes de retirarse.

-Cielo, sabes que los podrás ver muy pronto-lo animo su novia pelirroja abrazándolo por el torso-además sabes que si de ellos dependieran estuvieran aquí.

-Ok-suspiro reasignado pero más motivado por la sonrisa de la joven

-será mejor que vallamos a la sala común que debe haber una gran fiesta-sugirió Sirius.

-si porque debes estar ansioso por ver a Marlene o me equivoco-le pico Remus asiendo que el pelinegro se sonrojara y apresurara el paso seguido por la burla de los otros.

-Este está colado hasta los huesos-le aseguro Remus a su amiga pelirroja.

-Y el sentimiento es reciproco

-Ni que lo digas-aseguro el azabache.

Cuando ya iban de camino por el lago una gran explosión se escuchó y una brillante luz dorada rodeo todo el espacio dejando a los jóvenes en alerta ya que tiempos difíciles se necesita medidas desesperadas, se acercaron con cautela y quedaron anonadados al ver que era un grupo de siete jóvenes, un niño y un bebe inocentes, lentamente se acercaron y notaron que tenían puestos el uniforme del colegio, James se acercó lentamente al muchacho que tenía un bebe abrazado y este se encontraba dormido, lentamente se giró el cuerpo del joven y ahogo un grito de sorpresa.

-¿Qué pasa James?-pregunto Sirius cuando se acercó al nombrado y este no resistió al grito de sorpresa-diablo Cornamenta es igualito a ti, y es que no solo fue su reacción los otros dos amigos pensaron lo mismo, desde el cabello negro indomable, la contextura delgada pero musculosa y los lentes.

-¿Qué les abra pasado?-se preguntó la pelirroja.

-probablemente Dumbledore tenga la respuesta- aseguro el hombre lobo.

-¿Por qué lo dices?

-porque viene para acá-señalo al viejo profesor de barba y cabello plateado con sus icónicas gafas de media luna.

-Buenas tardes jóvenes y felicidades por el partido-saludo el director con su inusual sonrisa de abuelito tierno-veo que nuestros invitados ya han llegado.

-¿profesor quiénes son?-pregunto Lily.

-eso señorita Evans será contestado más tarde cuando nuestros huéspedes hayan despertado, me harían el gran favor de llevarlos a la enfermería mientras debo buscar a unas cuantas personas, estamos de acuerdo y los jóvenes asediaron.

-Bueno manos a la obra-sugirió Remus y los cuatro levantaron las varitas y apuntaron a los visitantes misterioso y lo llevaron flotando hasta la enfermería donde mándame Pomfrey ya está informada.

-Te lo digo y lo sostengo James ese chico debe ser un Potter-aseguró Sirius.

-No digas tonterías canuto-refunfuño el joven-saber que los únicos Potter´s vivos son mis abuelos y mis padres y eso creo que seré el ultimo-dijo esto último en susurro para que nadie lo escucho.

-¿pero quienes será?-insistió la pelirroja.

-la pregunta sería ¿de dónde son?-corrigió el pelinegro.

-o mejor dicho ¿Cómo llegaron acá?-sugirió Remus

 -James, Ginny, Teddy-bramo una voz desesperada, estos dieron vuelta y si antes estaban impresionados por el físico del chico ahora estaban estupefactos por ver los ojos del joven.

-Cálmate amigo-lo trato de tranquilizar James al este tratar de ponerse de pie, el azabache mayor sintió algo en el pecho cuando toco el hombro del joven.

-No como me puedo calmar-decía exasperado porque no lo dejaban ponerse de pie-debo ver a mi esposa e hijos.

-¿Esposa? ¿Hijos?-pregunto Sirius impresionado pero con una voz burlona-no estas joven para estar casado y tener hijos.

-Ya cállate-bravo Lily que ya había salido del asombro-ya cálmate cielo por favor respira y a recuéstate si-le hablo con una voz dulce y tierna, este al voltearse solo pudo ver unos ojos verdes idénticos a los suyos que los veía igual de impresionados y solo las siguientes palabras produjo una gran encrucijada.

-¿mama?-hablo el joven con la voz un poco más aguda y los ojos abiertos como plato, pasaron varios minutos y nadie rompía el silencio mientras ambos ojos verdes no dejaban de mirarse hasta que unos quejidos provenientes de alrededor interrumpió el contacto visual que mantenían los jóvenes en seguida el azabache de ojos verdes salió disparado a la muchacho pelirroja que estaba a su derecha.

-Gin, amor estoy aquí-decía el muchacho con cautela agarrando la mano derecha de esta y acariciándole la mejilla.

-Harry-dijo la joven comenzando abrir los ojos-Harry amor como te encuentras se levantó la muchacha revisando al joven por todas partes.

-estoy bien amor-respondió este abrazándola.

-¿Harry, donde esta James?-pregunto está nerviosa, dejando a todos impresionados pero el nombrado estaba más que estupefacto.

El azabache de ojos verdes aparto la mirada de su amada y busco a su bebe con la mirada y lo encontró el cama que estaba a su izquierda se levantó ignorando a los que estaban presente se acercó al bebe que estaba dormido y cuando sintió los brazos de su papa abrió sus ojitos y enseguida que reconoció a su padre sonrió y lo abrazó por el cuello.

-papi-exclamó el pequeño.

-mi pequeño cervatillo-le respondió el muchacho dándole besitos en la cabeza y sobándole la espaldita con la atenta mirada de todos se acercó de nuevo a la muchacha y le dio un beso en los labios y le entrego él bebe en brazos y comenzó hacerle caricias.

-Mi bebe, mi pequeño trocito de corazón-le hablaba con amor al niñito.

James Potter y Lily Evans no dejaban de ver la escena con una sensación agradable en el pecho, querían hablar con el joven pero en ese instante se escuchó quejidos.

-chicos-los llamo Hermione que se acaba de levantar-¿Por qué estamos en la enfermería?

-la pregunta sería-interrumpió Ron-¿Quiénes son ustedes?-pregunto apuntando a los chicos que presente.

-cuando sirius de adelanto para contesta pero fue cortado por un llanto, al todos seguir la dirección de la voz se dieron cuenta que era un niño de cabellos azules y gimoteaba como si tuviera una pesadilla.

-Teddy-lo llamo la pelirroja con él bebe en brazos que se lo paso al joven azabache que a su vez se lo paso a la joven castaña.

-Teddy, hijo despierta-lo movió el joven y el pequeñito abrió sus ojitos y se abalanzó sobre el joven a llorar mientras la pelirroja le acariciaba la espalda-ya hijo cálmate.

Remus que presenciaba la escena tuvo un deseo que acercarse al niño y consolarlo el mismo sentía la necesidad de protegerlo y acariciarlo.

Cuando el niño se calmó abrazo a la chica pelirroja que estaba cerca y hablo-Ma´ soñé que te perdía a ti a Pa´ y a los tíos -decía entre llanto.

-ya mi cielo cálmate, es solo un sueño-y tomo la cara del niño entre sus manos le limpio las lágrimas y lo beso con un gran amor maternal-siempre estaremos para ti, mira no nos pasó nada-dijo señalando a todos de repente el niño se levantó y abrazo a todos su tíos y duro más con su tío Draco diciéndole que le quería y que nunca lo abandonara.

-yo también te quiero mucho Ted-respondió este besándole la cabeza al niño que acababa de tornarse rubia.

-disculpa, pero ¿Qué nos pasó?-pregunto luna llamando la atención de los presentes.

Antes que alguno respondiera las puertas de la enfermería se abrieron y por ella ingreso un anciano de cabello y barba plateada, de ojos azules brillantes y gafas de media luna.

-oh ya veo que nuestros visitantes ya despertaron-hablo con su clásico tono de abuelito tierno-necesito que me acompañen al gran comedor todos ya que esta convertido en un pandemonio ya que unir a dos generaciones no es tarea fácil.

Los jóvenes visitantes estaban estupefactos por ver a su antiguo y amado profesor en vivo y directo donde hace tan solo dos tres año estaba muerto.

Hermione dio un paso hacia delante- pro-profesor Dumbledore está usted. Peor el director la interrumpió.

-ya se todo lo que pasa en su tiempo están aquí por una misión y no son los únicos

-¿disculpe profesor pero dónde estamos?-pregunto luna con su clásico tono soñador.

-muy buena pregunta señorita...

-Lovegood

-si señorita Lovegood y la señorita...

-Granger

-sí y la pregunta de la señorita Granger, estamos en 1977 ósea en su cuestión el pasado.

-¿pero profesor eso es posible?-pregunto Ron.

-por su puesto pero si quieren saber más es mejor que dirijámonos al gran comedor.

Todos los jóvenes siguieron al anciano profesor empecinados cada uno en su pensamiento, Harry observaba a su hijo en los hombros de su mejor amigo jugando con su cabello de repente recordó la chica que vio cuando se despertó involuntariamente voltio hacia tras para comprobar que no era mentira o producto de su imaginación pero se encontró con una mirada burlona y nos ojos grises aquellos que en algún tiempo vio la calidez de un padre, se quedaron mirando por un tiempo hasta que Harry sintió una mano cálida con la suya y se encontró a su esposa aquella mujer que le regreso la vida después de tanta tristeza.

-ese es Sirius-le dijo Harry tratando de procesar.

-Si Harry y no es el único-le contesto su mujer pelirroja.

El la abrazo y le deposito un beso en la cabeza y siguieron su curso abrazado, al ingresar al gran comedor todo era como describió el director una guerra pudo ver a algunos compañeros de su casa apoyando a otros luchando con otros estudiantes que ni bien conocía todo el colegio se dio cuenta que no están de su tiempo vio a Hannah Abbott apoyando a Seamus Finnigan contra un chico que portaba el uniforme de Sytherin que empujo a Seamus y noqueo a Hannah y en ese instante Neville reacciono temblando de rabia sus ojos se tornaron verdes y en sus manos emanaban un humo del mismo color y de la tierra comenzaron a brotar lianas que abarraron al chico y lo arrojaron por todas partes la batalla no se detenía hasta que Hermione paso adelante y con un movimiento de mano entro una corriente de aire fuerte que separo a los dos grupos mientras que sus ojos regresaban a la normalidad ya que estaban violeta el ruido siguió hasta que el directo hizo acto de presencia y ordeno que todos se sentaran

Neville se acercó apresurado a Hannah que estaba en el piso la ayudo a levantarse ya antes que esta dijera algo la beso al frente todo el mundo dejando a sus compañeros y amigos anonadados y luego estallaron en aplauso y silbidos.

-Bueno después de esta amena calma y demostración de afecto-comenzó el profesor haciendo sonrojar a los protagonista de esta-tienen que saber que los reuní a todos aquí porque estamos aquí para cumplir una misión-Hizo una pausa y miro a los seis chicos que se acomodaban a su lado-recibí una carta de los destino.

-¿disculpa profesor pero que son los destino?-pregunto Alice una pelinegra que estaba sentada a lado de Lily al verla Neville no aparto la mirada de ella sintió una mano en su hombro y noto que era Ron dándole apoyo.

-Buena pregunta señorita White, verán los destino son tres seres que establecen el curso de la historia pasado miro a todos los de ese año, presente visualizo a los chicos de la otra época y futuro estaban miro al pequeño James que estaba siendo cargado por el pequeño Teddy, se encargaron de contarme sucesos del futuro y muchos perdidas-hizo una pausa al notar que el gran grupo de viajeros bajaban la cabella y luego continuo-por eso me hicieron entrega de estos sietes libros que necesitamos leer y nos mostrara la calve para acabar con Lord Voldemort-hizo aparecer un cobre en medio de la sala.

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